5 pasos para convertir una idea en proyecto

Últimamente escucho con mucha frecuencia la preocupación que despierta el avance de la IA y la robótica y creo que perdemos un poco de vista que como seres humanos tenemos una capacidad única: la de inventar, crear y convertir «eso que tenemos en la cabeza» en algo tangible.

Las ideas y la pasión nos diferencian de las máquinas (al menos por ahora)
¿Qué te parece si te cuento como encausarlas para convertirlas en un proyecto rentable?


¿Toda idea puede convertirse en negocio?
Seguramente si consultas a un experto en economía te dirá que dependerá si existe mercado.
Un especialista en marketing te dirá que si, si sabes venderla adecuadamente.
Yo, para no variar, me encuentro en el medio. Creo que no vale vender a cualquier precio y que no siempre hay que desestimar aquello que a priori tiene una inserción difícil en el mercado.
Por supuesto, será mucho más fluido si creamos un negocio que responda a una gran necesidad y tendremos muchas más chances de éxito si contamos con una estrategia sólida de promoción, pero podemos, teniendo en cuenta ciertas consideraciones, convertir ese fueguito que tenemos dentro en un emprendimiento.
Aunque no seamos los únicos.
Aunque no sea tendencia.
Aunque tengamos un presupuesto más chico que la competencia.

Mi objetivo con este artículo es que descubras lo que se necesita para estructurar tus ideas, desarrollar un proyecto y construir un negocio viable. Y te voy a contar cuáles son los desafíos con los que te podés encontrar. Sin edulcorantes. Para que tengas un panorama completo que te permita…

convertir una idea en proyecto

  1. INVESTIGA EL MERCADO
    Para tomar decisiones lo más acertadas posible, es importante evaluar el escenario en donde se insertaría nuestro proyecto. Y para eso debemos hacernos estas preguntas:
    ¿cuál es mi propuesta? ¿qué solución brinda? ¿quién es mi público?
    Mi producto/servicio ¿se basa en una tendencia? ¿será relevante en unos años? (esto es importante para determinar la ventana de tiempo que tendremos para desarrollar nuestra propuesta)
    ¿existe otra empresa que ofrezca lo mismo que yo? ¿tenemos el mismo target? ¿competimos en el mismo mercado?

    Tras un primer análisis podremos determinar:
    – si nuestra propuesta es realmente disruptiva y en ese caso, ¿está la audiencia realmente madura para consumirla? ¿o deberemos educarla previamente?
    – si el nicho al que apuntamos es demasiado pequeño o difícil de abordar. Por ejemplo imaginemos que queremos vender un peine para pelados. El desafío será demostrar qué solución aportaríamos a una persona que no tiene pelo y cómo venceríamos el prejuicio que nuestro público objetivo podría tener al hecho de que los peines solamente sirven para «peinar»
    – si existen muchas propuestas similares, entonces ¿cuál será nuestro diferencial?
    ¿En qué hueco nos situaremos para aparecer como alternativa? ¿a qué porción del mercado podríamos acceder?

    Este panorama preliminar será de utilidad independientemente de si queremos rentabilizar el proyecto o no.
    Si estamos pensando en sacar a la luz una idea es porque queremos compartirla y que tenga visibilidad.

    No todos buscamos lo mismo cuando decidimos convertir una idea en proyecto.
    ¿Necesitás generar un negocio? ¿tienes prisa en tener ganancias?
    ¿Será un proyecto personal y no necesitas que te de ingresos inmediatos?
    ¿cuánto tiempo podrás dedicar a su desarrollo? ¿con cuánto presupuesto cuentas?

    Con estos parámetros básicos podremos determinar cuán viable/rentable puede ser y sobretodo qué estrategias podríamos implementar según nuestros objetivos.

    Si estás buscando una fuente de ingresos y tienes cierta urgencia, entonces te sugiero que le dediques tu mayor esfuerzo a este análisis inicial de viabilidad y te asesores con expertos para planificar cómo distribuir de manera efectiva tu flujo de inversión.

  2. ANOTA TODAS TUS IDEAS EN UN ÚNICO LUGAR
    Cuando nos toca la chispa de motivación entramos en un estado de «brainstorming permanente». Por eso es importante que elijas una herramienta para recopilar toda la data que vayas absorbiendo.
    – referencias: enlaces, videos e imágenes
    – textos que representan lo que querés comunicar
    – nombres posibles
    – proveedores y herramientas
    – competencia directa (analiza sus redes, web, forma de comunicar)
    – referentes de tu público objetivo (influencers, temas de interés, etc)

    Desde hace algunos años, yo uso Notion. Es gratuita y te permite gestionar muchísima info. Es como un segundo cerebro, pero más eficiente ja!
    Otras opciones son Evernote o incluso podrías tener una carpeta en Google Drive donde subir documentos, imágenes y planillas.
    Lo fundamental es que elijas una herramienta que se sincronice entre diferentes dispositivos (para acceder desde movil, ordenador, tablet). Asi tendrás todo en un único espacio.

  3. VALIDA TU PROYECTO PARA CONVERTIRLO EN NEGOCIO!
    Una vez que tengas la idea definida, analizada y documentada hay que sentarse a planificar.
    Comienza por conocer en profundidad tu público objetivo: aprende todo lo que puedas sobre la audiencia a la que quieres llegar.
    Luego, desarrolla un plan de negocios.
    Investiga sobre las oportunidades reales que existen para que prospere, la maduración de la audiencia y el contexto socio-cultural donde lo desarrollarías.
    Determina cuáles son tus fortalezas y debilidades ¿Necesitas capacitarte en algún tema o buscar socios/mentores?
    ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentarías?
    ¿Cuál sería el producto/servicio mínimo que podrías ofrecer? ¿necesitarías tercerizar tareas? ¿necesitas máquinas o herramientas?
    ¿Cómo venderías tu producto/servicio?
    Haz una estimación de costos y precios. ¿cuántas ventas necesitarías para obtener ganancias/recuperar inversión?
  1. CREA TU MARCA
    Ya sea una marca personal, corporativa o un passion project, tu idea necesita una identidad para convertirse en proyecto.
    Elige cuidadosamente el nombre, contemplando su alcance y connotaciones. Chequea la disponibilidad en redes y dominio web.
    Construye un universo visual y verbal potente… alineado a tus valores. Escribe tu manifiesto de marca.
    El branding de tu proyecto no se limita a un logo y una paleta de color.
    Un desarrollo de identidad sólido te permitirá condensar todo el trabajo previo que has realizado en una marca memorable.
    Repito, cuando decidimos lanzar una idea al mundo es porque creemos en ella. Dale el peso y la importancia que se merece.
  1. HOLA MUNDO!
    Al fin! llega el momento de lanzar tu propuesta.
    Define qué canales online y offline son los adecuados para llegar a tu audiencia (si trabajaste tu branding profesionalmente seguramente sabrás elegirlos a conciencia).
    Recuerda que si bien las redes sociales son una excelente vidriera al mundo, existen otros medios que son iguales (o hasta más efectivos) para comunicar tu propuesta: mailing, blog, podcast, ferias y eventos, activaciones de prensa…
    Planifica una estrategia acorde a tus posibilidades, presupuesto y tiempos. Establece prioridades.
    Evalúa posibles alianzas para potenciar tu oferta.
    Genera acciones colaborativas que te ayuden a ampliar tu audiencia.
    Y sobretodo, se constante y perseverante.
  2. BONUS
    Todos los puntos anteriores son imprescindibles para definir, planificar y desarrollar un negocio, pero hay un factor que (en mi experiencia) es determinante para la continuidad de un proyecto: rodearse de gente buena.
    Buena como persona y buena profesionalmente. El camino emprendedor tiene muchísimos altibajos y es una maratón… llegan a la meta los que saben regular su energía, son constantes y tienen una red de contención.
    Busca referentes, colegas, mentores, proveedores que se involucren con amabilidad en tu proceso. Personas en las que puedas delegar y pedir consejo.
    Asiste a eventos, conoce gente nueva… las mejores redes son las que generamos en vivo.

    Ese es mi truco para que una idea devenida proyecto siempre sea exitosa: sumar personas valiosas a mi columna de «ganancias»

Estoy generando un espacio de encuentro entre personas que quieran desarrollar una idea en compañía. Puede ser profesionalizar un hobby, desarrollar un passion project o gestionar un negocio propio…
Será una membresía que permita darle estructura a las ideas, intercambiar experiencias, compartir desafíos y soluciones… una red creativa que sostenga y anime a desempolvar esa idea que se encuentra relegada en un cajón.
Si te interesa ser parte, puedes completar esta encuesta preliminar para enterarte cuando lance la propuesta… 🙌

Construir un proyecto/negocio no es una tarea fácil ni rápida. Es un proceso.
En el medio encontrarás desafíos y obstáculos. Si llegaste hasta aquí, leyendo este artículo, seguramente tengas «algo» dando vuelta por tu cabeza.
Mi consejo es que le hagas espacio… aunque sea un pequeño hueco en tu agenda. Tal vez no puedas dedicarle todo tu tiempo ahora pero no renuncies a la posibilidad de convertir tu idea en un proyecto. Es una de las satisfacciones más grandes que podemos tener.
Por eso desarrollé Programa Bambú, un programa personalizado para que trabajemos juntos cada uno de los pasos que transformarán TU idea en el proyecto de tus sueños.
Si querés que te cuente más, no dudes en escribirme .

Hasta la próxima!
Siempre, Marina

PD: Esta entrada no tiene los comentarios habilitados porque nos hemos rendido ante la batalla de controlar el spam 🙁
Pero si este artículo te parece valioso y quieres compartirlo o dedicarnos unas palabras en redes, aquí debajo te dejamos un atajo