
El vermut son mis tíos en la previa de los asados. O la abuela de Ger con un vasito de Cinzano, soda y Fernet antes de las cenas familiares.
En esa época no me gustaban para nada esos brevajes.
Pero crecer es cambiar de gustos, dijo una vez en una entrevista China Zorrilla y me conquistó para siempre.
Ahora que soy una chica mayor, me declaro fanática absoluta del vermut y su folcklore.
Si bien en Argentina los más conocidos son los italianos, considero que España es la meca de esta bebida: de grifo, dulces, amargos, de base amontillados, premiums o de supermercado… la oferta es enorme!
Mis preferidos son los intensos, no demasiado dulces y que te invitan a pedir «unas tapitas» de acompañamiento.
Desde mi llegada a Madrid he dedicado varios paseos a visitar vermuterías, por eso me siento con total autoridad de presentarles: 5 LUGARES IMPERDIBLES PARA VERMUTEAR EN MADRID

Según la historia, el primero en macerar flores de ajenjo en vino fue Hipócrates. De hecho la palabra wermut en alemán significa «ajenjo». Sin embargo la invención del vermut como tal pertenece a los hermanos Carpano en 1786.
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5 VERMUTERÍAS QUE RECOMIENDO VISITAR EN MADRID:
• Bodega Estebaranz: mi favorito entre los favoritos. Por más que busque, pruebe e intente ningún lugar le quita el primer puesto.
Este bar se encuentra justo al lado del edificio donde nos alojamos en nuestra llegada a Madrid, en el barrio Pacífico. Es una taberna clásica, visitada principalmente por los vecinos del barrio. Eso, ya le da un punto extra.
Pero además tienen un vermut de grifo buenísimo al que acompañan con picoteo gratis: papas alioli, embutido, salpicón, chistorritas, callos… No sientan pudor en preguntar: «qué tienes de aperitivo?» porque aquí la oferta es muy amplia y les dejarán elegir lo que más les apetezca.
Los mozos y mozas son otro plus: aunque el lugar explote de gente, te atienden fenomenal, te aconsejan y son majísimos! Si son de beber más de una copa, me animo a decir que pueden comer perfectamente con las tapas de cortesía, pero si van con hambre recomiendo los chopitos, los huevos rotos, la tortilla, los callos… Raciones muy abundantes y precios imbatibles.
Se dan cuenta por qué es el número 1?
C. de Sánchez Barcáiztegui, 36, 28007 Madrid



• Cabo Palos Taberna: una de mi barrio, en la calle más linda de las Cuatro Torres.
Descubrimos este sitio de casualidad, un sábado de invierno. Habíamos salido a caminar por calle Magnolias y nos topamos con esta terraza soleada y de ambiente relajado.
Ya habíamos comido, pero las ganas de sentarnos a picotear fue irresistible.
Chele me sirvió un vermut rojo fuerte, de base amontillado al que acompañó con una mini hamburguesa casera (si! de aperitivo). Fue amor a primer trago.
A ese primer encuentro le sucedieron otros que no nos iban a encontrar desprevenidos: fuimos con hambre.
Esta taberna tiene una carta de temporada super variada y original. Todo casero, con productos seleccionados de cada región y combinados deliciosamente. Pueden ver su menú online aquí
Recomiendo con todo mi corazón el roll de pato y el shawarma de garbanzos.
Además es un negocio familiar y se nota el cariño que le ponen a todo lo que ofrecen. Si están por el barrio no lo duden!
Calle de las Magnolias, 98, 28029 Madrid




• Alimentación Quiroga: en el corazón del barrio Las Letras. Confieso: entré por la marquesina.
Esta tienda que nació en 1958, conserva su letrero de espejo con letras rojas pintadas y su espíritu de almacén tienda de ultramarinos.
En su interior, un mostrador con quesos, embutidos y conservas que se pueden pedir para llevar o consumir en el lugar. Aquí acompañé mi vermut rojo con los mejores torreznos de Madrid (hasta ahora).
Me gustó tanto el ambiente que volví con Pedro y Ger para probar algunos platos de su carta y no defraudó. Recomiendo las carilladas y alcachofas. Cuentan con un salón en el subsuelo, estilo vintage, que es ideal si van en grupo ya que es más tranquilo. Me parece una excelente opción si están de paseo por Letras.
C. de las Huertas, 19, 28014 Madrid



• Gran Clavel, porque veces me gusta sentirme Betty Draper y soñar que entra Don por la puerta y se pide un Old Fashion.
En pleno centro madrileño, es EL sitio para disfrutar de un ambiente de película, una copa, buenas tapas y refugiarse del bullicio de Gran Vía. Yo siempre pido el de grifo pero tienen una carta de vermut bastante amplia, con las marcas más reconocidas del mercado.
Un detalle que me gusta mucho: en la carta destacan la procedencia de su materia prima, señal de confianza en sus proveedores.
Recomiendo la ensaladilla rusa y los calamares.
C/ Gran Vía, 11, 28013 Madrid




• Tasquita Los Ochoa: nuestro último descubrimiento en Paseo de la Castellana.
Nos llamaba la atención que siempre que pasábamos por la puerta de este local estaba a tope. Hasta que un día vimos sitio y entramos. Comprobamos el por qué de su éxito.
Detalles de taberna clásica con una vuelta de rosca, tanto en la deco como en la comida.
Con el vermut (de grifo) nos trajeron un bowl con queso condimentado y regañas, para ir abriendo el apetito.
Luego pedimos unos buñuelos de queso con mermelada de pimiento (muy MUY recomendado), huevos rotos y gambas al ajillo. Todo riquísimo y con detalles de elaboración que hacen que la experiencia sea muy disfrutable. Pueden ver la carta completa aquí
P.º de la Castellana, 117, 28046 Madrid




Una aclaración importante antes de terminar con el recorrido virtual:
No soy especialista gastronómica, ni sommelier, ni nada de eso. Simplemente me gusta comer, beber y pasarla bien.
Los sitios que mencioné cumplen con estas premisas. Ojalá que si los visitan me cuenten su experiencia y si conocen otros «imprescindibles» me los dejen en comentarios. El research de lugares copados molones nunca termina y ansío que este posteo tenga parte II pronto 🙂
YAPA: Disfrutar de un buen vermut en casa




Muchas veces no tenemos ánimo de salir de copas, sobretodo cuando el tiempo comienza a estar más frío y los días más cortos. Para esas ocasiones tengo siempre disponible en la despensa de casa una botella de Lustau rojo, un vermut elaborado en Jerez de la Frontera con base de amontillado y Pedro Ximénez. Es bastante potente, un poco ahumado y tiene el equilibrio justo entre amargo y dulce. Sin dudas, es uno de mis favoritos.
Me gusta armar una mesa de picoteo (ya sea para nosotros 3 o si vienen amigos) con panes, quesos, algunas conservas y en otoño… higos! Me chiflan!
Con el vermut y un trozo de brie (o queso azul) son un bocado celestial.
Si están en España pueden comprar los productos de Lusteau online, en vinotecas y en supermercados. Sino, yo creo que es un buen souvenir para pedir a amigos o familia que visiten la península ibérica.
Espero que les haya gustado este especial sobre el vermut. Quieren segunda parte?
Agenden, visiten y comenten que es la mejor gratificación!
Hasta la próxima.
Siempre,
Marina



Todas las fotos del post son de mi autoría.
Las de «vermut en casa» son parte de una producción que realicé gracias a la colaboración de Vermut Lustau y Gonzalez Gonzalez Store, mi tienda deco favorita de Madrid, que me prestó los vasos, platos, tablas y bowl. Pueden ver el trabajo completo en el portfolio
https://www.gonzalez-gonzalez.es/tienda
C. de Pelayo, 68, 28004 Madrid
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